domingo, 17 de mayo de 2015

Suerte cariño


Mi alma arrugada juguetea como un niño con tus sueños. Tu sonrisa en aquel bar fue el único testigo que necesitaron tus sentimientos.

Tengo tatuados los labios con nombres que ocupan demasiados recuerdos, y tú caminas entre los trozos rotos de mi alma, esperando hacerte alguna herida para firmar con mi nombre tus despedidas.

Pero tengo miedo de que abroches amaneceres a tus sonrisas cuando yo solo puedo concederte crepúsculos nublados. No hace falta que te diga que nunca vengo para quedarme si no coso noches en vela en tus gemidos sonrojados.

Así que he decidido no poner más señales de alerta y dejarte volar por mis cielos. Espero que no te encuentres con ninguna de mis tormentas y quedes enredada en las pedradas de mis latidos.

Suerte cariño.

No hay comentarios:

Publicar un comentario