La vida es el tiempo que transcurre mientras intentamos alcanzar nuestros sueños

Mi corazón palpita rápido mientras cada latido derrumba todos los sentimientos que protegí con sucias mentiras. Es demasiado sencillo acostumbrarse a la felicidad, pero extremadamente difícil si lo haces con el dolor. Sé que al final somos nosotros los únicos culpables de ello, sin embargo, eso no disminuye la debilidad que bombea incesante en este silencio aterrador. No es nuevo para mí, descubrir lo agria que puede resultar la vida a veces, pero cada vez que lo hago me siento demasiado vacía. Me encantaría ser capaz de clasificar lo que siento en sencillas palabras, aunque doy por hecho que nunca tendré semejante lujo en mis manos, no estoy destinada a ello. Nunca lo he estado. Es por eso que mis escritos son los único que guían mi camino.

¿Quién eres tú en realidad?

Qué más da lo que deseemos demostrar de nosotros mismos, si al final lo más importante será siempre quienes somos en realidad.

Conversando con mi alma...

Y cuando levanto la mirada del sucio suelo que pisoteo cada día, descubro un largo camino desconocido. Completamente desconcertada fijo la vista en el horizonte y me doy cuenta de que avisto a lo lejos una mujer que camina. Es muy diferente a mí, pero a la vez, puedo percivir que tenemos algo en común. Algo que nos vincula formando una unión indestructible. Veo que el tiempo es lo único que nos separa y me atemorizo al descubrir que es para mí, una completa desconocida. Por mucho que me niegue a reconocerlo sé que es ella. La que guarda este momento que estoy viviendo ahora en un cajón de recuerdos. Me pregunto como habrá sobrevivido hasta ahora... pero lo que de verdad deseo saber es como piensa y como siente. Es todo muy extraño pero terriblemente familiar. Ella sigue adelante, caminando decidida y dándome la espalda. Aunque yo conozco perfectamente las facciones de su rostro. Supongo que es mejor así, dejándola libre y salvaje, como yo siempre he deseado. Siempre seremos completas desconocidas. SIEMPRE.

Deja latir tus miedos...

Los corazones más sinceros siempre estarán podridos de dolor y sufrimiento.

La lluvia repiquetea...

La lluvia repiquetea en el suelo, alejándome cada vez más de la realidad que me rodea. Escucho a lo lejos un leve susurro de aquellas personas las cuales un día protegieron su alma abrochándose un fino jersey de lana que más adelante aborrecerían. Corro despistada intentando buscar refugio de esta fría lluvia que me hace sonreír. La vida es muy sencilla, como dice mi abuela; siempre lo ha sido. El problema es que nuestra maniaca memoria hace que anhelemos el pasado por no poder recordar las preocupaciones y tristezas que teníamos antes, consiguiendo así que solo seamos capaces de maldecir el presente, y es por eso que creemos que es tan complicado ahora... Pero eso ya no importa en absoluto, porque ahora no lo comprendo, ni pretendo hacerlo hasta dentro de muchos años. Escucho la voz de mamá casi suplicante, pidiéndome que deje de jugar con los sucios charcos que me encuentro de camino a mi casa. Pero yo no la entiendo. ¿De qué sirve la lluvia si nos negamos a disfrutar de ella? Arrugo la frente enfadada y sigo caminando, mientras la lluvia repiquetea en el suelo, devolviéndome cada vez más a la realidad que me rodea.

Estoy cansada de leer tantas historias tenebrosas mientras observo envidiosa toda la luz que desprende la vida real.

Sólo hace falta una sonrisa

Observo desde la diminuta ventana de esta cárcel todos los gestos contradictorios del viento.  Corre tan deprisa, que una grácil muchacha que se encuentra con la mirada perdida, debe protegerse de sus golpes hirientes tras sus pesadas gafas. Siento que sus ojos están surcando el cielo, en un estado de ensoñación que la eleva por las húmedas nubes hacia el sol, olvidando su mundo por completo. Lleva tatuada en su sonrisa la palabra "esperanza", la cual vuela hasta mí y hace que inconsciente, yo también ría. Ella no sabe aún quien soy, pero yo, aunque sea la primera vez que deja enmarcado su rostro en mi memoria, la conozco como si fuese una parte de mí que he dejado perdido en el sótano de mis ideas. De aquí en adelante, nada será igual. Me lo anuncian mis huidizos latidos. Porque ahora mismo, lo único que deseo es salir de entre estas gastadas rejas, estrecharla fuerte entre mis brazos y susurrarle "sigue soñando... hace falta la luz de la inocencia para encender la oscuridad de nuestras vidas".

Yo decido

Ninguna palabra volverá a ser pronunciada de nuevo, enterrará con ella todo mi pasado cementando todas las grietas que he dejado. La tensión que agujerea el aire hace eco en todas mis frustraciones devolviéndolas con fuerza en contra de las efusivas campanas que hacen retumbar mi frío corazón. Puedo escuchar con claridad como la corrupta ignorancia ahoga mis oídos, dejándome como única escapatoria la destrucción de todos los testamentos que he dejado escritos. 

Abre los ojos, para ver que la vida es una interminable cadena de pesadillas, con sueños placenteros de por medio, creados con el único objetivo de hacerte caer desde la más alta tormenta. Y tú, deberías saber todo esto, pero no es así y sigues hablando esparciendo tu asquerosa ignorancia. Deseo irme de aquí lo más lejos posible y dejar todo lo que fui enterrado en una enmohecida tumba en el cementerio del pasado.

Y es ahora...

Y es ahora. 

Ahora, cuando siento que el destino ha acumulado demasiadas coincidencias como si no tuviesen una razonable finalidad.

Ahora, cuando soy capaz de sentir en las vibraciones del aire, la tensión que acumulan millones de choques desconcertantes. 

Ahora, cuando me abruma poder ver todo tan lejos pero a la vez extremadamente cerca.

Ahora, cuando puedo percivir que la libertad no es más que una cárcel disfrazada. 

Ahora, cuando todo aparenta ser demasiado sencillo.

Ahora, cuando la lucha está a punto de comenzar.

y que el amor verdadero quede encarcelado para siempre en esas estúpidas canciones...

Perderme en mí misma...

Solo queda a mi lado, una maleta vacía que anuncia son ansia el intenso poder que desatan en ella mis huesudos dedos. La curiosidad y la valentía, han sustituido todos mis miedos consumiéndose inconscientes en las palabras vacías de aquella vieja canción. El cansancio acepta resignado todos los riesgos incomprensibles que en lejanos días cometieron mis ilusiones. Todas las telarañas que destruyeron mis frías lágrimas quedan enredadas en un oscuro cajón que mi mente evita abrir. Simplemente, he descubierto quién soy en realidad y ahora, después de que gotas frías de sudor partieran cada segundo de la desdichada soledad, puedo caminar hacia el expectante futuro sin miedo a caer. Únicamente, yo, yo y yo conmigo misma, ante el largo camino hacia mi escurridizo destino.

Pensamientos ocultos...

Y mientras observo atentamente las gotas de la tormeta que retumbaban en mi interior, sonrio para mis adentros guardándome un extraño sentimiento de esperanza que surgía desde mi fortaleza. Veo como el sol se impone poco a poco ante mí en el cielo azul y apaga con su intensa luz todas las dudas que me han corroido a lo largo de esta complicada noche. 

No me atrevo a jurar que de aquí en adelante todo será diferente, pero va resurgiendo la valentía que hace tiempo creía perdida. Nadie dijo nunca que "madurar" fuese sinónimo de "no cometer errores" así que abrazándome a mí misma me convenzco de que todo el mundo tiene derecho a caer, pero que solo algunos tienen el valor de reconocerlo. Y al fin, me doi cuenta de que todas estas hipótesis son simples pensamientos, que poco a poco van marcando mi desordenada vida.

Nunca olvides que la oscuridad es el reflejo más simple de la luz.