lunes, 29 de diciembre de 2014

¡Ha amanecido!

Ha salido a la calle a cazar milagros. Busco una sonrisa conocida que me haga reir. Es un buen día, y anoche no me acordé de ti. Volemos porque ya no siento el peso de tu ausencia. Me equivocaba, nunca terminamos demasiado solos, y al abrir los ojos, siempre terminaremos dándonos de bruces con transparencias inocentes.

No estaré en el cielo, pero la tierra me hace sentirme viva. Capturo cada recuerdo de esta mañana y los escondo en el bolsillo, para sacarlos por si mi sonrisa decae. El viento comienza a levantarse y arrastra toda la maldad. La plaza está llena de precisas contraseñas diminutas. Hay que buscar para encontrar donde se esconde la felicidad. 

Allí están, sentadas en una silla húmeda. Si lo supiese, hubiese traido con el brillo de mis ojos unas cervezas.

"No te mientas, no eres  tan buena" "Pero bueno...¿y tú que sabrás?" "A... demasiados años de promesas absurdas" "Vete a la mierda mi amor"

Lo dije. Hoy es un buen día, y quería contarlo. Más que por mí por vosotros, que nada sería tan imperfectamente hermoso sin vosotros. Para que de vez en cuando olvidemos que los días amargos envenenan todos los dulces. Y sobre todo, para recordar que los mayores tesoros se esconden siempre en el agujero más oscuro.

sábado, 27 de diciembre de 2014

Enseña a caminar a la vida


Hoy me han despertado las musarañas de la ausencia de mi antiguo yo. El sol se ha agarrado al borde de mi cama como quien trata de desprenderse de su vida, y el suave olor a tabaco impregnado en mi ropa me ha alborotado el corazón. Hay una luz, ahí, en el rincón más oscuro bajo las sábanas que levanta mi tristeza y hondea con orgullo por la habitación. 

Soy yo, pero no soy yo. Me encuentro tendida entre el pasado y el futuro, sin estar segura de donde poner mi pie para dar el próximo paso. No temo al futuro, pero sí a los errores. He abierto los ojos esperando encontrar un mundo lleno de telarañas y suciedad de mi crueldad, de mi dolor. Pero todo estaba vacío, y se me ha hecho extraño, porque ya no lo sentía como mi propio hogar.

Es abrumador cómo los amaneceres no esperan que tus lágrimas apaguen el sol. Ahí está, todo el mundo, desplegado detrás de mi ventana, esperando engullir mis risas reprimidas, los susurros a media noche, la mediocridad de las meteduras de pata, las victorias... esperando engullirme a mí. Y yo me encuentro inmóvil, inmortalizada en una cama que me ha regalado tantos pensamientos dañinos.

Siempre ocurre. El tiempo se escapa, los recuerdos se olvidan, las casualidades se pierden, y las personas abandonan tu vida. Y por suerte y por desgracia, la vida sigue y sigue y sigue... y no se detendrá, hasta que este diminuto corazón se detenga en la memoria ajena para la eternidad de nuestros diminutos sueños.

jueves, 25 de diciembre de 2014

No sé decir "no"

Complacer siempre a los demás, no es ayudarles ni hacerlos más felices. A menudo olvido que en ocasiones, lo que más deseamos es lo que menos necesitamos. No juego con la misma moneda de cambio que solicitan a mi sonrisa, pero finjo que lo hago.

Podemos calentar nuestros sueños a fuego lento, pero como no los mezclemos con la realidad pronto, terminarán abrasándonos. Creo que es importante ser sinceros con nosotros mismos para permitir que los demás sitúen sus miedos en un tiempo fluyente.

No soy la "mesías", solo puedo enseñarte como vivo mi vida. Todos aprendemos de todos; todas las personas del mundo saben algo que tú desconoces. Sin embargo, debemos elegir qué "adiós" tiene el suficiente poder de no caer en el olvido y ese es precisamente mi problema.

A menudo, deseo conocer tanto de otros, que me pregunto si realmente les estoy endeudada. Por eso, me dejo hacer, me dejo llevar, dejo que reflejen en mis pupilas sus deseos... y después me doy cuenta de que estoy perdiendo mucho más de lo que gano. En ocasiones, hago muchas cosas que no deseo. Como si en la calma de los demás pudiese encontrar dormitando mi felicidad.

¿Qué estúpido verdad?

lunes, 22 de diciembre de 2014

viernes, 19 de diciembre de 2014

Tu recuerdo es mi presente

Dijiste que el amor dolía. No cielo. El amor no duele, lo que duele es la ausencia del amor. Te lo puedo demostrar ahora, aquí, sentada en una parada de autobús cubierta de lágrimas porque no puedo tenerte. Mi tristeza se debe a tu libertad, la libertad de elegir con quién volar. Mis alas están rotas y tú no eres estúpido... era lógico que tomaras un vuelo distinto. 

No voy a mentirte, espero que ella no te haga feliz, pero tampoco quiero que aceptes mis sonrisas por escapar de la tristeza. Ella es increible, y te merece más que nadie. La cosa es que... es que no sé, guardaba en mi interior la esperanza de que la que podía hacerte feliz fuese yo. Supongo que yo no era lo que buscabas, que te tropezaste conmigo sin querer y no deseas darle la menor importancia.

Ojalá estuvieses aquí ¿Sabes? me da igual que me hagas daño. Prefiero ser un recuerdo que absolutamente nada para ti. Yo vuelvo sola a casa, como siempre, y en 24 horas ha cambiado todo tanto... curiosa la forma en la que las esperanzas se esfuman. Ojalá tu falta se me pasase así de deprisa.

Te cogí de la mano, y tú no la apartaste. Lo recuerdo perfectamente. Sé que no quieres hacerme daño, pero las elecciones son una forma de división entre el futuro y el olvido. Creo que tú tienes claro lo que quieres. Lo pillo, tranquilo, me voy a regocijar en algún otro lado. ¿Quizás encuentre a alguien que también me quiera sabes? Quizás... algún día...

Y ahora ve. Y no hagas que me arrepienta de esta decisión, 
mi dulce rompecorazones.

miércoles, 17 de diciembre de 2014

Despierto, y todo me parece un sueño

Me mezo con la lluvia, al rumbo de tu canción favorita. Alicatamos nuestros miedos y los hemos dejado llorando en la esquina, cogiendo polvo. No soplemos todavía. Disfrutemos de este invierno que el frío no nos ha arrebatado del todo. Los pies desnudos por las baldosas de mi cocina mientras tu risa hacía temblar mi corazón. Destemplados nuestros sueños, cuando me dices que "ya nos veremos". Soy torpe con las confesiones. 

Mi corazón miente y apedrea cualquier señal que pueda desviarme de mi seguridad, pero tus ojos son hogar para mis sentidos, y la noche, nuestra estación preferida, donde colgamos todos nuestros recuerdos. Ellos dijeron que el amor es sufrimiento, pero suena ligero cuando tu mirada colorada rezuma de mis pensamientos. Una canción al borde del espejo, y una poesía que hace de tu corazón de marfil un hueco de felicidad. Mis perfectas meteduras de pata y una voz que tiembla de locura. Quizás la luna no miente tanto. Quizás sea su lado oscuro el que nos apresa en el tiempo. 

La retaguardia de tu valentía me salpica de sabiondas hendiduras, hacen que la vida merezca la pena. No sé qué es lo que tenemos, pero no puedo dejar de abrir la ventana, que el olor a tabaco del bar de abajo me recuerda el sabor de tus besos. Sigo despierta... pero quién podría dormir colgada de tus sueños.

lunes, 15 de diciembre de 2014

Silencio.



No te ha ocurrido nunca, que en medio de todo el alboroto, de todos los pensamientos y las voces malignas, en medio de este torbellino de atrocidades desintencionadas te vuelves hueco y vacío? 
Como si tuvieses esa sensación de estar a punto de caer desde un abismo, pero fuese un sentimiento eterno. Tu mente está vacía, tus sentimientos son como un libro en blanco, sin pasado sin presente y sin futuro. Llegas hasta el borde de tus emociones y después… nada.  No existe tristeza, pero tampoco percibes alegría. Es como despellejarse y mirarte a ti mismo desde fuera, a una distancia tan profunda que ni siquiera tu rostro te resulta familiar. 

Está todo frío, y no te importa. Está todo oscuro, y te da igual. Está todo lleno de sonrisas falsas, hipocresía, y eres indiferente. No queda absolutamente ningún rastro de que eres una persona en este mundo enorme. Es como estar muerto por dentro, completamente podrido, pero tu corazón no se detuviese nunca. Y cada vez que ocurre, cada vez que me atrapa, sigo sin encontrar motivo a su presencia. Alguien ha venido y me lo ha robado todo sin darse cuenta. Pero no existen culpables, y eso es aún peor. No debería sentirme así, no tengo tan mala vida. Es un extenso vacío emocional de las consecuencias de aquello que queda implícito en mis caóticas vivencias. Todos podemos perder un poco la cabeza. Pero a mi este sentimiento me aterroriza. No solo porque tenga conciencia de que cada vez me cuesta más tiempo volver a sentir algo y tema que llegue un día en el que no pueda volver a hacerlo. Sino también porque en esos instantes no me importa absolutamente nada. Podrían decirme que voy a morir al día siguiente y no me inmutaría. 

Lo único que deseo con locura en esos instantes es que alguien me de una buena ostia. De los de verdad, con la mano abierta. Necesito despertar y sentir algo tan desesperadamente que he llegado a hacer cosas que realmente, me han hecho cuestionarme mi propia existencia. Me han hecho cuestionarme la lucidez de mi propia mente. Estoy siempre buscando algo, pero nunca sé el qué. Y al final, solo queda silencio. Un profundo silencio que no puedo romper. Silencio.

domingo, 7 de diciembre de 2014

Mientras no estés aquí...



 He vuelto a perderme en sueños. Me entretiene si no estás aquí, y hace más pequeño el vacío. Pero espero que estés en camino, espero que sepas encontrarme, porque sino tendré que echarlo todo a la basura y cuesta mucho empezar de nuevo si no te puedes basar en nada.

Soy cada vez más fuerte y más segura de mí misma... pero tú podrías dejarme vulnerable en un segundo. Dudo mucho que seas plenamente consciente del dolor que puedes causarme, aunque quizás te asuste poseer esa realidad. Supongo que por ahora es mejor dejarlo así y permitir que el tiempo, por sí solo, lo haga relucir.

No quiero perder esta oportunidad. Hace mucho que no sentía nada semejante y resulta complicado dejarlo inadvertido. ¡Pero no lo hagamos aburrido por favor! Es mucho más divertido de lo que crees. Aunque antes de empezar con el juego quisiera saber... ¿jugarías la partida hasta el final?

sábado, 6 de diciembre de 2014

¿Es esto real?


Las mujeres rondan, de una vida a otra, haciendo de los instantes, eternidades que arreglan todos tus sueños rotos. No hace falta mucho para divertirnos; el humo de su cigarro, la oscuridad de la luz, pintalabios desgastados y un espectáculo impecable (yo).

Siéntese, que esto le va a gustar. El calor irá sembrando en usted el olvido de su mujer. Bienvenido a mi fantasía. Pero debo advertirle, una vez que dedicas un latido al amor de estas mujeres, será casi imposible escapar. 

Escucha esas risas nerviosas, todos sabemos que representan la pasión de la huida de la realidad. ¿Quién dijo que el sexo no podía ser inocente? Usted nos ama, y nosotros lo amamos porque nos ama.

Los sueños son también parte de la realidad, no lo olvide. Este no acaba cuando baje el telón, todo sigue expandiéndose en su interior. Bueno, veo que se está poniendo nervioso. El sudor comienza a testificar en su contra, aunque tampoco hace nada malo. Y ya le dejo en paz caballero. Que tenga una dulce velada, que el espectáculo está por comenzar.

martes, 2 de diciembre de 2014

Un mismo mundo, dividido en dos reveses


No hablo tu idioma. Entre nosotros se abre una enorme brecha, porque ninguno de nosotros es capaz de mirar adelante. Mi vestido blanco, no hace brillar tus ojos. Has visto tantos crepúsculos que crees que un amanecer te cegaría. Y yo intento husmear despacio, por los copos de polvo que se adentran en silencio en la madrugada de tu habitación, es difícil hacerlo cuando eres consciente de que tu corazón no deja de meterte prisas.

Estoy jugándome todos mis miedos del pasado. Lo que brilla en mis lágrimas son mis pedacitos de cristal, soy consciente de que si se mueven un poco, me dejarán heridas que tardarán en cicatrizar. Pero ese no es tu problema cielo. De ti no busco una salvación, sino una emoción recíproca. Ojalá supiese de antemano si arriesgarme merece la pena.

¿Qué te ocurre? Creo que deseas que me rinda porque mi presencia perturba tu paz. Oh dios... ni que desease prender una guerra que no acabase entre las sábanas. Quiero creer que es el miedo quien te paraliza... pero comienzo a dudarlo y no dejo de hacerme daño con la realidad. Porque sé que de todos modos, fantasear contigo sin tenerte a mi lado sería mi perdición.

No me hagas perder la cabeza si no puedes hacer ausentar tu cordura cielo...

lunes, 1 de diciembre de 2014

Con las botas rotas


Te escribo desde un bar desierto donde suena una canción que detestarías. Te aferras a los anuncios basura que escupe la radio mientras que yo canto a gristos viejo rock rasgado. Pero eres tú el único que consigue que me la sude lo que digan los demás. Contigo me basta y me sobra para sobrevivir.

Intento romperte los esquemas pero te adelantas. ¿Quién te dijo que te quería? ¿Fueron tus sentimientos o las mentiras? Por mi cuarto entra el frío y recuerdo el humo de aquel cigarro que sentenció el "no" que tan cansada estoy de oir. No soy de pedir mucho, pero si te metes en mi cama, que sea para quedarte; que capullos con polla hay en cada esquina.

Quiero que seas tú el que encienda en los labios de quienes me odian "la rompecorazones se ha terminando tropezando". La mejor ostia de mi puta vida. Que sí, que soy una cursi cubierta de palabrotas. Pero coño, me muerdes entre besos y qué quieres, no puedo evitarlo.

De pronto, me descubro desordenando todo cuando te ausentas, y deseando gritar de locura cuando la luna alumbra mi cuerpo desnudo. La ventana sigue abierta... ¿Donde coño estás?

Esto no es un juego de cicatrices a fuego lento. No estoy para perder el tiempo dando vueltas sobre tu mundo. Déjame adentrarme en él en silencio, sin hacer ruido. Cuelgo sobre mi lengua pruebas de que si me echas, no vuelvo.

Pero quizás por ti... puedo romper mis propias reglas.