Querido ángel: 

Sé que piensas que vas a morir. Sientes que estás cayendo en picado y que tus preciosas alas han dejado de funcionar. Como si no tuviesen fuerza suficiente para sostener en el aire todos tus problemas. No te preocupes. Todo se solucionará. Los ángeles nunca caen, y solo tocan el suelo para despegar de nuevo. 

                                                                                                                                                                                                       Te quiero.

Unos pocos latidos musicales

Cuando siento la música hondeando en mi interior es como si encontrase realmente cual es mi lugar, quien soy yo. Como si sintiese que toda mi vida a transcurrido para llegar a ese momento. Si estoy un tiempo sin sentirlo, me siento encarcelada en mis propios sentimientos, y la única forma de liberarlos es dejarme llevar por los sonidos.

Simplemente me quedo quieta y dejo que me envuelvan todos los sonidos. Al principio es difuso y no se puede distinguir ninguno, pero eso hace que una enorme excitación agite mi corazón de tal manera que mi mente se vuelve frenética e incontrolable. Todo es tan confuso en un momento que siento que mi cuerpo estallará y dejará volar a mi alma hasta el universo, porque las emociones son demasiado intensas como para poder vivirlas en una vida tan normal y ordinaria. Conecto directamente con mis sentimientos más puros, los reales, los que no están distorsionados. Y entonces, mis dedos se mueven frenéticos intentando capturar todo este sentimiento en un sonido, como describir todo lo que hondea en mi interior en una simple nota. Casi no respiro, pero no me doy cuenta de ello, porque todo a mi al rededor resulta ser demasiado magnífico, mejor que tocar el mismísimo cielo. Dejo correr todo lo que siento a través de mis manos, a través de mis oídos, y siento las lágrimas atravesar mis mejillas impregnando mi rostro de absoluta felicidad. Los sonidos se van convirtiendo poco a poco en ruidos que forman murallas de valor y pasión, descifran sueños rotos que quedan transcritas en el aire y las hacen libres. Mis latidos se desordenan y laten fuertes y rápidos en este estallido de emociones incontrolables.

De pronto, mis ojos se abren de golpe y siento que vuelo, una intensa felicidad recorre cada centímetro de mi cuerpo y hace este momento mío, por siempre. La frenética estampida de emociones va despidiéndose poco a poco, y deja lugar a la paz, tranquila y serena como nunca lo había estado. La canción se va retirando despacio, se aleja con su resplandeciente hermosura de mis sentidos casi adormecidos por el intenso poder al que me han ataviado con una libertad casi surrealista, pero a la vez tan real. Mis ojos se apagan y al fin, todo queda en un inmenso silencio que guardará todos estos vuelcos del alma en un rincón oculto.

La vida tiene millones de caminos que debemos tomar a la fuerza, y mi única brújula es y será siempre la música. No tengo ningún motivo concreto para ello, tan solo es así y punto.

Encuentra a alguien que te haga sentir orgullosa de ser quien eres.

Experiencias deambulantes...

Nunca pensé que resultaría tan confuso escuchar como siguen en vilo los miedos de mi pasado en labios ajenos. Es extraño. Puedo observar con nitidez aún esos sentimientos sumergidos en el tiempo, pero no puedo robártelos. Es como si una arte de mí me hubiese abandonado y decidiese abarcar un alma que no dicta esa experiencia. La nostalgia me invade al pensar en todos los latidos a los que he puesto precio y me hundo en la soledad al sentir como he dejado escapar una felicidad tan llena que ya casi no recuerdo. Todas estas palabras me hacen darme cuenta de lo vieja que es mi alma, que ha sido poco a poco desgastada por las experiencias. Tan solo deseo que no cometas mis errores. Espero que mi experiencia sirva para que puedas ver el frío y negro abismo que se abre por el miedo. La vida nunca resulta mejor huyendo. Ese recuerdo te perseguirá siempre y no podrás atraparlo de nuevo. Me recuerda a la emoción de desilusión e impotencia que surge al tener un regalo envuelto que no podrás abrir jamás, porque se lo ha llevado el tiempo. Da igual el dolor, da igual la tristeza. Nunca debes arrepentirte de algo que un día te hizo sonreír. Porque quizás, podrá dibujarte un mapa para encontrar esa felicidad escondida en ti misma.

Desérticos profundos ojos negros

El desierto esbozaba su cuerpo como una tenue fantasía en un paraiso perdido. Su mirada profunda atravesaba dunas enteras en un paraje de pasión. Miles de curvas quedaban marcados en el cielo cuando contaba sus historias de sueños palpitantes procedentes de sus carnosos labios. Su alma rota enfriaba la arena perdida para hacerla arder en su piel morena. El sol fue siempre su Dios, y el salvaje viento que la hacía tan bella su soporte en un largo camino que nunca fue descubierto. El amor fue su único aliado en este oasis confuso, siempre perdida en turbias miradas de deseo. Alimentaba su alma de poder y lujuria atabiada en velos blancos y monedas agujereadas. Ella. Tan bella. Tan salvaje. Tan viva. El pájaro libre que planea sobre el desierto de la fuerza y la pasión. Atrapada entre sus lentos movimientos y miles de ojos negros. Esa mujer, que reta al horizonte con valentía, porque sabe que su límite es inexistente.

Una celda sin nombre

Hoy es un día más. Un día más en el que nada parece importante. Puedo ver como pasa mi vida, y yo ni siquiera participo en ella. Me siento prisionera de mí misma; algo dentro de mí desea salir con ansia, pero entonces veo el mundo de las persoas que rozan mi tiempo y me parece todo tan absurdo, que prefiero quedarme al margen de ellas. Recordamos la simpleza que se ahoga en nuestro pasado al soñar con la felicidad. Ya no queda nada. Es como si todas nuestras esperanzas hubiesen sido arrastradas por estúpidas preocupaciones que, en realidad, no sirven para nada.

¿Tan difícil es? Solo dseo decir "te quiero" a alguien y que no piense que algo va mal o que tengo segundas intenciones; tan solo te digo "te quiero" porque simplemente te quiero y quiero decírtelo. Estoy cansada de las absurdas conversaciones establecidas que la sociedad nos fuerza a tener cuando en realidad hay miles de palabras y silencios por compartir que hacen nuestra vida hermosa y valiosa. Sin embargo, no importa con cuanta determinación lo intentes, tan solo unos pocos te comprenderán y acompañarán, porque el ser humano tiene terror a equivocarse.

Nuestro futuro está tan planificado, que soy incapaz de considerar nada mío, y lloro de rabia cada noche al sentir la importencia de no poder saborear ningún corazón que no haya sido corrompido. El único causante de mi sufrimiento es mi anhelo por la libertad, pero no sé con certeza cual es el nombre de mi celda.

Deseo mostrar todos mis sentimientos con la crudeza a la que están asociados. Sin envoltorios brillantes ni lazos dorados. Tal como son ante el mundo. Lo único que puede hacerme libre es algo como eso: sentir y poder demostrarlo. Pareceré una lunática, pero ya nada me importa, es demasiado cara la vida de perjuicios cosidos por la ignorancia.

Ahora sé que debo hacerlo, pera que al fin, por primera vez desde hace ya mucho tiempo, pueda sentir que cada día nazco pero nunca llego a morir del todo.

Es curioso que, a veces, la gente tenga más coraje para enfrentar su propia muerte que su propia vida.

Universo Infinito

 

Mis sentidos vuelan lejoslejoslejos mientras corro en este universo infinito. Levanto mis brazos hacia el cielo sintiendo que todo es demasiado sencillo para ser real. El viento cálido revuelve mi pelo haciendo que diminutos trozos de diamante iluminen mis oscuros ojos. El sol abraza mi alma con silenciosos hechizos de secretos renaceres que consiguen su belleza más pura. Los poros de mi piel tiemblan al descubrir el intenso poder de los salvajes sentimientos que carcomen los secretos que nunca fueron ocultos, tan solo silenciados. El aire huele a emociones inestables que nunca encontraron su lugar y que ahora vagan sin destino alguno. Me siento insignificante, pero a la vez enorme en mí misma. Mi alma no cabe entre estas costillas y necesita volar, sin embargo, no sé como dejarla ir no sé como hacerme libre a mí misma. Pero por ahora esto me basta. Cierro los ojo y me dejo llevar en un lugar que pronto será una pesadilla. Pero es inevitable. Tan solo deseo aprender a volar bajo la tormenta sin temer aterrizar. Lo haré. Sé que lo haré.