viernes, 31 de octubre de 2014

Encontré tus ojos


Entonces me encontré con tus ojos, y comprendí de pronto, que no pueden existir tantas sombras si no hay luz que ilumine el reflejo de nuestros sueños. Quizás tus ojos estén llorosos, pero guardan la belleza de un ángel desterrado. Dicen del infierno, que el diablo no es un monstruo con cola y cuernos, porque fue uno de los guerreros más hermosos, que se dejó llevar por el amor más puro. Y me descubro imaginándome, contigo bajo el techo de la tierra, y pensando una vez más, que total, la tierra también fue el infierno del cielo. Pero sé que a través de tu mirada no puedo perder nada celestial. ¿Qué sería de nuestra vida si no pudiesemos avivar un poco el dolor para sentirnos humanos?

Encontré tus ojos, y pude ver cada pedazo de mi alma reproducido en tus pupilas. Como un viejo recuerdo al que puedes llamar hogar. Sonreíste, pero yo no puede ver nunca más hallá de tus ojos. En ocasiones no es la belleza de las personas lo que nos deslumbra, sino lo que guardan en la forma natural de sus pestañas. Parecía que almacenabas mis latidos cuidadosamente, con miedo de hacerme daño. Comprendí que no podrías haberlo echo aunque hubieses querido, porque en la inconsciencia de la melodía más profunda de mi alma, ya no me hubiese importado morir por aquel mismo destello, porque no existe una belleza más definida y precisa, que la de la felicidad de tu mirada en mi pequeña existencia.

lunes, 27 de octubre de 2014

Encantada de desconocerte


Nos sonreimos por compromiso mientras las casualidades se reían en nuestra cara. De mientras, el silencio se ahuecó entre nosotros con su incomodidad tan presente. Te observé en los reflejos de la ignorancia, bajo la atenta mirada de un amor seco por el tiempo, no era el mío. Ni siquiera estoy segura de si eras consciente de ello. 

Tu rostro esbozó mi conciencia en un pestañeo, y quise quedarme dormida por siempre. Allí, a tu lado; al lado de un desconocido que creí conocer de pronto. Deseé con todas mis fuerzas descubrirte tejiendo deseo, y la mitad de una sonrisa triste. Fue el viaje más largo de un suspiro.

Quise encontrar una palabra, y se me olvidó el abecedario entero. Achaqué mi suerte al destino, pero estabas ahí, tan cerca y tal lejos... De pronto, mis mejillas decidieron teñirse de rojo, pero el sol disfrazó mi tímida esperanza de rozar tu mano. Y me enturbié en los sueños, los que esperé que fueran tuyos.

Pero de pronto me tocó parar. Me tocó respirar. Me tocó sonreirte de nuevo, con el corazón desbocado en la garganta. Me tocó tartamudear un poco. Me tocó dejarte atrás. Y me tocó dejarte a tu suerte, colocado en las falsas excusas del olvido.

Espero verte de nuevo.

domingo, 26 de octubre de 2014

Abre mi lengua

Hay cosas que escribo, para no leerlos de nuevo. Como una forma de capitular sentimientos y dejarlos atrás, esperando a que alguien abra el libro y se adentre en mí. Porque no tienen ningún sentido si no las lee nadie más.

A menudo pienso que no soy mucho más de lo que otros pueden percivir en mí. Un montón de sueños acumulados en la esquina de mi habitación, y unos pocos gritos de socorro bajo las sábanas, cuando aún no han terminado de convertise en gemidos.

Llega un momento en la vida, en el que comprendes que no tienes donde guardar esa luna que tantos te prometieron bajar. No sé. Supongo que no estoy echa para ser la musa de nadie, sino para reflejar en mí, la erótica versión hermosa de la belleza que han encontrado en otras personas. Algo así como un espejo que se apaga si no existen ojos que se contemplen a sí mismos.

Invertí tiempo y dolor, en ser encontrada entre el desconocimiento. Pero ese no es mi lugar. Debo de dejar de engañarme porque sé perfectamente que nada queda predeterminado eternamente. No es tan mala vida ¿Sabes? Quizás un poco cansina, pero mala no. Una vida que te hace comprender que la felicidad no vale nada, si no es compartida.

sábado, 25 de octubre de 2014

Nada como nosotros



¿Alguna vez te has sentido tendida sobre un vacío imperturbable? Colgada de personas que solo son conscientes de ti por el peso que les toca arrastrar. Pero en realidad, adoran ese peso porque provoca que no puedan salir volando. La libertad no se trata solo de sonrisas sonoras.

Es horrible sentirse así. Ni en el suelo, ni levantada. Sin saber donde agarrarte, pero sosteniéndote sin ayuda. Caminas sin estar segura de si estás dando vueltas. Parecido a ocultar verdades con una mentira, pero no negarla. Cuando gritas quieres callar, y cuando callas necesitas liberar gritos de angustia. Como estar soñando en la vida real, y no querer despertar nunca.

Una vez más caes en lo mismo, pero ninguna de las veces de la misma manera. Creo que sería más fácil encontrar el dolor si no tuviésemos tanto miedo de mirar a los ojos a quien amamos. A veces nos embriagamos de quienes somos, hasta el punto de no poder distinguir entre la borrachera y la resaca, y necesitamos que alguien nos susurre cuando está amaneciendo para irnos a dormir de nuevo. Para poder despertar después.

En el fondo es inevitable, hacer daño a quienes más queremos, y la gran diferencia reside en hacerlo por nosotros, o por los demás. Porque los demás no decidieron quedarse, pero un nosotros no se ha ido nunca.

jueves, 23 de octubre de 2014

miércoles, 22 de octubre de 2014

Sabia ignorancia


Mi cuerpo ruge, con el eco intenso de una guitarra desafinada en la radio polvorienta. Afilo las armas para mi próxima batalla, puedo divisar como se acerca hacia mí en el horizonte. Calculo cuanto tiempo me desviará del dolor de mí misma, pero no me salen las cuentas. Nunca suelen cuadrar de todos modos.

Siento como la rabia se va acumulando en mis entrañas, nutriéndose por una preocupación oculta bajo el orgullo. No existe camino correcto. No hay respuestas que no nos redirijan al surgimiento de nuevas preguntas. Ni malo ni bueno, ni lleno ni vacío, ni nuestro ni suyo. Todo es un mundo que nadie puede descifrar en su totalidad. ¿Cual es la finalidad de esta batalla? preguntas confundido. Pero te estás equivocando, la pregunta concreta es ¿Por qué lucho?

Parece que solo podemos protegernos a nosotros mismos acabando con los demás. Pero hemos olvidado que el echo de que no exista peligro no es sinónimo de que prevalezca una paz imperiosa y eterna. No podemos alejarnos de aquello que nos causa daño si no lo aceptamos en nuestro interior primero. Es complicado dejar que forme parte de nosotros aquello que odiamos, pero es la única forma de avanzar.

A la hora de enfrentarse a la verdad, todos somos iguales. Esto te va a doler, y lo sabes. Va a llegar de todos modos, así que intenta mantener la calma, porque no puedes evitar que llueva, pero sí mojarte o no. Supongo que podemos estar esperando eternamente, pero nosotros mismos decidimos en qué invertir esa espera.

Los ruidos aún se mantienen lejanos, tardará en tropezarse con nuestra presencia. Sonrío, en medio de estos turbulentos sentimientos, porque al final he comprendido que llorar no sirve para nada más que para alargar la angustia. Para encontrar una forma de aliviar la muerte, sin pretender que soy inmune a ella. Y de pronto, ha cambiado la melodía.

martes, 21 de octubre de 2014

Sumergida, no hundida

Me encanta sumergirme en el agua. No nadar, solo sumergirme y quedarme tendida. Adoro esa sensación de paz al sentir que el mundo está tan lejos. Me gusta como las pequeñas olas de agua acarician mi cuerpo, y como todo se armoniza al dejarme llevar con ellos. Soy capaz de quedarme quieta, sin subir ni bajar mucho tiempo, como si estuviese colgada en el aire. Es como adentrarte en un mundo en el que no hay gritos, ni peleas, ni lágrimas... donde todo va a cámara lenta y sin prisa. Sí, creo que la prisa solo nos hace más desgraciados; no nos permite divisar la belleza del mundo de nuestro al rededor.

Pero cuando estoy bajo el agua, no me queda otro remedio que detenerme y sentir. Esperar el momento apropiado en el que tendré que respirar, para apreciar las diferencias entre los dos mundos. Y allí, quieta, puedo apreciar la belleza del mundo, entre burbujas y un suelo pintado de azul. Como el cielo. Todo se oye en un zumbido lejano, y nada se acerca. Estoy fuera de peligro. Y solo quedo yo. Yo. Y lo mejor es, que aunque quisiera, no puedo compartirme con nadie más de ningún mundo.

lunes, 20 de octubre de 2014

Hoy me he visto



Hoy me he visto. No he percivido la forma de mi cabello, ni mis labios agrietados, tampoco el olor de mi nuevo pañuelo, ni mis pupilas esbozadas de negro. Me he visto a través de mis ojos, he podido escuchar mi voz interior, sin ser silenciado por mis latidos. Y me he horrorizado.

Me he convertido en quien nunca quise ser. Creo que soy consciente de ello porque en un aliento de luz he podido sostenerme lejos de mí misma y ahora, no puedo liberarme de ese sentimiento de culpa y de desprecio por alguien que se ha mudado en mi interior. No soy yo. Pero a la vez, es la esencia de mí misma. Quizás odie tanto quien soy ahora, porque sabía que en el fondo era yo. El odio a mí misma me hace odiar a las personas en las que se refleja mi persona.

Supongo que para ser tolerante con el mundo debemos aprender a serlo primero con nosotros mismos, y sin embargo resulta tan complicado cuando no puedes venderte a ti mismo por tu silencio... ¿Como es posible que haya cambiado tanto en tan poco tiempo y no haya sido consciente de ello?

He hecho todo aquello que siempre juré evitar hacer, aunque ahora que lo pienso, también formaban parte de mí mis miedos. Es estúpido pensar que soy solo un laberinto sin sombras. Quizás al final, lo que siento no es odio hacia misma, sino miedo a lo que pueda provocar si libero a mi persona. Si me libero a mí misma.

Porque hoy me he visto, y me he sentido abrumada.

martes, 14 de octubre de 2014

lunes, 13 de octubre de 2014

Necesitaba decirlo


Las lucecitas de la noche acechan tu mirada. No sé donde te encuentras en el mundo pero sí dentro de mí. Siempre has sabido que la oscuridad de la noche me confunde y tu recuerdo no ayuda a encontrar el camino de vuelta a casa. Quizás por eso estoy escribiendo esto en mi aliento, no respondes nunca a mis mensajes cuando estoy borracha Necesitaba decirlo. Lo siento.

Estoy intentando sostener un poco mi dignidad, pero a quien voy a engañar, mi dignidad no vale nada con mis ganas de abrazarte de nuevo. Pero me hiciste prometer que me comportaría. Y aquí estoy de nuevo. Más borracha que una cuba. Supongo que tener el corazón roto y portarse de forma cortés no son compatibles.

He conocido otros rostros, unos labios que besar, unas manos que sostener y una mirada que sopesar. Pero aún no existe nadie a quien odie como tú. Es mi consuelo porque necesito seguir teniendote presente en mi vida. Aunque sea en formato rencor. Porque sé que no te hago daño, ya que nunca lo sabrás, ni siquiera respondes a mis llamadas ya.

Digo que no soy tan estúpida como para caer en tus redadas. Pero es absurdo proclamarlo, ya que prefiero ser una auténtica imbécil a tu lado que una erudita en soledad. Aunque quizás, no sea tan inteligente como para andar ahora confundida camino a tu casa, sabiendo que no vas a abrirme, con la esperanza de recuperar trocitos de recuerdos desparramados por esta calle.

Y sé lo que me dirás cuando me veas.
Siempre lo haces.
Siempre lo harás.
Lo he asumido ya.
"¿Por qué sólo vienes cuando llevas unas copas de más?"

domingo, 12 de octubre de 2014

Escribamos en alto


Todos hablando de princesas mientras yo escribo sobre prostitutas. Esa es la maldición de mi vida. Ellos escriben halos de luz, cuando yo me cobijo en la oscuridad. Pero no puedo hacerlo de otra manera. Las 3 de la madrugada pertenece a almas muertas con plumas vivientes, para dar forma a sus fantasmas. Y llevo tanto tiemepo enredada en ellas que no puedo salir.

Me corroe la puta envidia, cuando un optimismo bondadoso vuela entre sonrisas, entre mensajes de watsap, alagos de corazón y paredes descorchadas de pegatinas. Ojalá pudiese escribir frases sencillas que arrancaran felicidad entre las lágrimas. Pero yo escribo sobre telarañas y paraguas negros, lugares que nadie desea visitar.

No sé si soy demasiado peismista. Solo escribo lo que mis ojos se empeñan en mostrar. Y es por ello que no escribo bien, es por ello que solo me leen los que están apuntalados por los intereses. Pero no me pidas que deje de escribir. Porque si lo hiciera, no saldría viva.

miércoles, 8 de octubre de 2014

"Adiós"

Hiciste todo lo que debías y ahora ningún rastro nos pertenece. Escomo ir dedicando sentimientos desde almas muertas. Me hubiese gustado que te quedases un poco más, merodeando palabras y derrochando caricias. Pero sé que eso no hubiese solucionado nada.

Quiero que entiendas que esto no es entre tú y yo, sino entre yo y mi mente. Poco tienes que decir al respecto. Creo que la realidad me ha atrapado soñando, y ya no sé distinguir una cosa con la otra. Bueno... lo cierto es que tampoco quiero hacerlo. No quiero comprender como esta guerra la ha provocado un amor puro.

Lo único que he llegado a entender es que esto ha terminado. Dejaste caer todo lo que había a tu al rededor por mí, y yo siempre supe que estabas equivocada. Debí avisarte desde el principio, pero no sabría qué hacer con el desorden de mi ida sin ti. Simplemente supuse que estaba haciendo lo mejor... ahora comprendo que era solo para mí.

Espero con todas mis fuerzas que no me odies, aunque sé que llego demasiado tarde. Quizás ya no puedas oír mis palabras. Te juro que nunca fe intencionado, pero tampoco puedo proclamarme inocente. Ten presente siempre que mis sentimientos fueron sinceros, que mis emociones no saben mentir.

Te deseo una vida feliz. De verdad.

"Adiós"

domingo, 5 de octubre de 2014

Puedo ser libre

 Te observo perdida entre tus deseos y la propia realidad. Y no puedo evitar preguntarme... ¿Sabes que voy a dejarte?


Soy la reina del desastre, pero tú ya no me haces perder la cabeza, y yo necesito sentir algo más que polvo de hadas. Simplemente cierras mis ojos cuando mi mirada se vuelve salvaje. Y has olvidado que una estafadora puede reconocer a otra con facilidad.

He caido una vez más en el engaño de hacerme creer que querer es un producto que moldea nuestra mente. Como siempre, para evitar jugar duro en la vida. Parece que me has despojado de mis alas para coserme las tuyas; con la ilusión de que así, endeudada, no pueda volar. Sin embargo, te engañaste a ver a lo que aspira mi mente en realidad.

Porque puedo ser libre. Lo he visto. Lo he sido. Pero me dan miedo tus palabras, y que el dolor retumbe en ellas. Odio hacer daño, y lo sabes. Odio estancarme en mi misma y olvidarme de lo que deseaba ser. Y sobre todo, odio que por protegerte a ti me esté traicionando a mí misma, haciéndome daño con algo que debería darme tanta vida.

Es salvarte a ti o salvarme a mí misma.

sábado, 4 de octubre de 2014

Lo único importante


Así me siento. Como una striper bailando delante de su padre, como un drogadicto que le roba dinero a su hijo pequeño, como una niña rica que ha estrellado su coche de lujo porque se ha puesto precio a sí misma, como un delincuente que disfruta encerrado en prisión. Paso a pasito. Tan lejos y tan cerca, de mí misma.

Hace frío, como cada vez que me encuentro triste, pero esta vez es diferente. La ceguera me está costando demasiadas noches en vela. Un día me dormiré de golpe, y nadie podrá despertarme jamás. Y el cansancio, no me deja reconocerme a mí misma. Ya no me permito sentir. Me da miedo hacerlo porque sé que si cedo un poco, tropezaré con el abismo, y esta vez no quiero volver a jugar el papel de la débil, porque no lo soy, o eso intento aparentar al menos.

Me da igual si me quieren utilizar. Que lo hagan. Ya no soy más que los rastros de las personas que me rodean; un cuerpo vacío que solo se adapta a su entorno. Seguiré de pie, eso no lo dudo. Puedo reconstruir mi vida vacía, porque esta vez no duele, mendigando mentiras porque no sé lo que deseo en realidad. Lo cierto es que pocas cosas me importan ya. Simplemente dejo que todo pase a mi al rededor sin formar parte de nada. Creo que nunca he sobrevivido tanto tiempo sin derramar una lágrima.

Muchos desearían ser como yo ahora. No sé si es mejor o peor. Prefiero no imaginármelo, por si este hermoso hechizo se rompe de golpe. Viajando en formato vacío. Sin sentimiento ni sentido. Despertar huyendo de las pesadillas, pero desconociendo si me adentro en ellas. No sé si estoy despierta del todo. Pero qué mas da. No estoy bien en absoluto, pero tampoco estoy mal. Y eso es lo que importa. Lo único que me importa.

viernes, 3 de octubre de 2014

¿Dónde dormirás esta noche?


Y tú. Tan encantador, tan simpático, tan atractivo, tan inteligente... tan tan tan tan que se queda en nada. Eres la perfección personificada de lo que desearía tener, pero cuando te veo, no siento absolutamente nada. Puedo mirarte a los ojos y ver tan solo mi reflejo, porque no te encuentro en mi interior.

¿No te das cuenta de que nunca me has hecho gritar? Te sientas ahí haciendo que tu corazón palpite por mí mientras yo no puedo decidirme entre huir o quedarme a explorar en ti algo que me vuelva loca. Bueno, en el fondo sé lo que deseo, pero temo admitir que lo que quiero no es precisamente lo que me conviene. Nunca he hecho lo que debo, deberías saberlo ya.

Adoro los momentos que pasamos juntos pero no a ti. Me siento un poco estúpida, mientras me pregunto si debería aceptar aquello que siempre pedí. Porque de pronto, nada de lo que deseaba ha sido lo que esperaba. No tengo ningún sentido. Lo sé. 

¿Sabes si es posible manipular nuestros propios sentimientos? Aunque no sé si realmente quiera hacerlo. Siento haberte vuelto loco alguna vez, haciéndote creer que lo que indicaba mi sonrisa era algo más que un ciego deseo de hacerme correspondida.

Sí. Quéjate del mundo, y de esta increible tortura que te has otorgado a ti mismo. De mientras yo me maldeciré de nuevo y de vez en cuando, en un futuro, me castigaré soñando con momentos que nunca viviré. Eso sí, tú en tu vida y yo en la mía, sin cruzar nunca la línea.