sábado, 27 de agosto de 2011

domingo, 21 de agosto de 2011

Leer...

Leer, para adentrarte en un mundo inexistente pero real de la perfección absoluta, mientras olvidas que el reloj sigue marcando el tiempo a tu alrededor, midiendo esos segundos de placer artificial que te llenan de inmensa felicidad en un mundo que solo tú conoces. Sentir que todas tus preocupaciones se transforman en el simple hecho de pasar página tras página, sintiendo como las palabras cicatrizan tu piel y las frases te dibujan tatuajes sin sentido. Saltar y poder alargar ese momento tranquilo, repitiéndolo todas las veces que lo deseemos. Descubrir como tu corazón palpita al conocer a tu protagonista en el mismo instante en el que te das cuenta de que es una parte de ti que desconocías. Poder crear miles de puntos finales sin importarte lo que pase en realidad y  poder dejarlo así, tal cual, como tú quieras. Leer, para adentrarte en un mundo que es solo tuyo.

miércoles, 17 de agosto de 2011

Paris...

Última noche en París. Últimos pensamientos que se quedarán retenidos en esta preciosa ciudad. Miles de historias vuelan por cada esquina, por cada curva, por cada hueco oculto... quizás es por eso que este lugar sea tan especial. No lo sé, pero no me importa, prefiero dejar de pensar en el porqué y disfrutar de esta sensación de haber vivido todo sin tener miedo a expresar mis miedos guardados bajo llave. Lo cierto es que no he llegado a vivir un cuentecito de princesas, sin embargo estar aquí es uno de los sueños más dulces que he deseado nunca. No hace falta ser un genio para saber que todo lo cuelga el aire, como si de pétalos soplados por sonrisas inocentes tratase.

Me encanta perderme por París, es la mejor forma de ver como cada persona guarda millones de recuerdos entre cada pequeña arruga de sus manos. Vidas que chocan, tropiezan, caen, en lo que parece un pequeño estropicio para después levantarse, disculparse, mirar, sonreír y sentirlo. Es probable que no se vuelvan a ver pero ya han descubierto un lado secreto el uno del otro sin ni siquiera darse cuenta. Pocas palabras, y todo vuelve a volar para poder seguirlo en otro rincón escondido.

Me encantaría quedarme aquí para siempre... pero todo viaje termina en su estación y este vagón por desgracia está a punto de envarcar. Pero sé que volveré, no sé cuando, con quien o como pero volveré. Porque es un lugar que te hace soñar.

viernes, 5 de agosto de 2011

cartas...

Por mucho que cambie nuestra manera de comunicarnos, nunca habrá nada mejor que papel manchado con tinta, en un sobre cerrado, esperando a ser abierto para poder transmitir al que lo está leyendo que no te olvidas de él y que le quieres.