Especial...

-No soy especial, no soy nada para ella.
-¡Ni se te ocurra pensar eso!
-¡¡Pero es verdad!!
-Lo único que te diré es que solo una mirada tuya sería capaz de alegrarme la semana. Que ninguna conversación tiene sentido si no brota de tus labios. Que tú eres de todo de lo que me alimento, porque lo que siento por ti cuando te veo me llena de dulce felicidad. Que sonrío a todas horas, sin poder borrar tu rostro de mi mente, pero a la vez sin querer hacerlo. Que nunca he sentido nada tan intenso como tu piel rozando la mía. Que una sonrisa tuya hace que todo lo que siento se una en el simple hecho de amarte. Que incluso cuando lloras, tus lágrimas me parecen millones de risas rasgadas con purpurina. Que con un simple "hola" seas capaz de parar el reloj y detenerme en el tiempo. Lo único que te diré es que si tú no eres especial, esa palabra ha perdido su completo significado en mi vocabulario.

Una simple espectadora

Dejo que el suave viento primaveral sople mi delgado rostro. Es una brisa frágil, como yo, a punto de desplomarse en cualquier momento. Mi respiración se corta durante unos segundos, y hace que todo se vuelva más fácil, más sencillo. Es un momento de tranquilidad que me han arrebatado desde hace mucho tiempo. Ahora mismo no pienso en nada, prefiero dejarme llevar y alejarme de todo. Me vuelvo de piedra en un segundo, y no me muevo para no estropear nada. Esta es mi única manera de desaparecer sin haberme ido, de volar sin alas, de respirar sin oler nada y de ver el mundo como si no estuviera viviéndolo, siendo así una simple espectadora.

Un día, un niño se sentó en las rodillas de su abuela y preguntó:

-¿Qué es ser mayor?

-Ser mayor es que todos las pequeñas cosas que te hacen feliz desaparezcan, que comprendas que tus sueños nunca se cumplirán, que descubras que la gente que te ayuda quiere algo a cambio, que de noche no haya nadie para arroparte, que la esperanza se convierta en desilusión y sobre todo, que amar sea un compromiso, no un placer.

-¿Puedo seguir siendo niño siempre?

-¡Claro!

-¿Como?

-Cuando te sientas mal, cierra los ojos y corre lejos en tu mente. Imagínate un mundo seguro, fuera de las garras de la ira. Después ábrelos despacio e intenta pensar exactamente lo mismo que sentiste al ver tu hermoso paraíso de colores. Entonces mira a tu alrededor, descubrirás que hay muchas personas que necesitan una sonrisa inocente este mismo instante, solo para poder tener fe en que aun queda un rastro de sinceridad en este sucio mundo. Vive cada segundo y disfrútalo. Haz eso y podrás seguir siendo niño por siempre.

-Abuela,¿tú eres una niña verdad?

-Yo nunca he dejado de serlo cielo.

Lo que yo soy...

Yo soy la que es feliz con un abrazo. La que mira todo del lado positivo. La que ayuda sin que nadie lo pida. La que cruzaría miles de kilómetros para secar unas lágrimas. La que lo da todo y espera lo mismo cambio. La que siempre siente todo de una forma muy intensa. La que lucha por alcanzar sus sueños y no se rinde nunca. La que sonríe aunque esté rota por dentro. La que le asusta enfrentarse a la realidad. La que odia que la vean llorar. La que impone a las personas por delante de todo. La que es capaz de levantarte en tu día mas triste. La que cree que el amor razonado no es amor. La que se ríe por una estupidez. La que sólo llaman cuando la necesitan. La que espera que al mentir y decir “estoy bien” alguien responda “no, no lo estás”. La que le duele que se olviden de ella pero nunca lo demuestra. La que cree que los problemas de los demás son peores que los suyos. La que tiene mañanas tristes y tardes alegres. La que nunca se enfada porque piensa que los demás no deben pagar por su culpa. La que cree que la libertad está en manos de cada uno. La que por muchas veces que caiga siempre termina levantándose. La que guarda una sonrisa para los peores momentos. Una de las personas mas sinceras en las que podrás confiar. La que piensa que soñar es la mejor manera de escapar. La que siempre deseará lo mejor para ti aunque ni siquiera sepas que exista.