martes, 20 de enero de 2015

Queridos errores;

 
El tiempo comenza a pesar menos. El cielo está despejado, pero no se ve el sol. Se aproxima la corriente que gira en mi entorno en un torbellino. Los flashes de tiempo nos devuelven los pedazos de lo que hemos dado. Si somos lo suficientemente fuertes, intentarán derrumbarnos por todos los medios. Sobre los más difíciles de herir cae siempre el mayor peso.

Podemos preocuparnos sobre lo que pasa en nuestra vida, o simplemente ir y hacerlo. La injusticia nos hace arder en la oscuridad. Es un aviso al mundo de que estamos vivos. He sido aplastada por muchas lágrimas, y he construido cascadas hermosas con mi propia tristeza. Debemos utilizar nuestras propias cadenas para dominar nuestro mundo.

Nada es tan complicado como para que nos impida seguir pisando fuerte. Creo que el hielo se está derritiendo... no intento expander el temor, pero deseo ser respetada. Como si un pequeño derrumbamiento, pudiese desordenar desde todos mis estribos mi vida. Exigir justicia no nos convierte en malas personas, sólo nos hace probar que merecemos lo que hemos exigido. Un grito en la oscuridad quizás no cambie nada, pero ha hecho que todos los seres de la cueva estén atentos a lo que vendrá a proximación.

Soy lo suficientemente fuerte, sin duda. Preocuparme por mí misma es un derecho, no un acto egoista. Los derrumbamientos solo sirven para levantarnos con más fuerza, y a mí me queda mucho por subir todavía, querida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario