miércoles, 7 de enero de 2015

Desapareceré, te lo prometo


La noche se está aferrando a mis cicatrices ¿las volverá  a abrir esta vez? No lo sé. Por ahora, intento no recordar donde guardo las cuchillas, pero quizás, el único filo existente es su ausencia. Me quedan unas duras horas para celebrar el funeral de nuestra relación. Quizás debo agradecerte no enterrarme contigo, pero ahora mismo, pareces resplandeciente en el cielo. Sin mí.

Intento no culparme demasiado, pero por ahora, no tiene demasiado resultado. Sin embargo, esta vez es diferente. Tus pasos de despedida no han hecho tan amargo el "adiós" ausente de tus labios. Quizás sea nuestra distancia lo que realmente me hace poderosa. Puede que en realidad, me importes menos de lo que quiero creer, puede que solo esté sosteniendo un sentimiento que pertenece al pasado.

Vienes prometiendo eternidades que duran instantes, porque es tu estrategia alimertarte de la sustancia de la ilusión, pero a mí ya no me vale. Cuanto más lejos me encuentro de ti, más cerca estoy de la verdad. Creo que las luces de esta noche solo apagarán las palabra feas, pero si hace falta, me inventaré una nuevas. No eres tan perfecta como quiere creer mi anhelo.

Gracias a ti, estoy aprendido que solo dependo de mí misma. Tu falta se multiplica de un vacío que no puedo llenar más que con lágrimas, olvido y tiempo. Si me tocas la puerta, quizás vuelva a abrirte, pero no esperes impedir perderme dentro de un tiempo, porque para entonces, ya me habré cambiado de casa.

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