sábado, 8 de noviembre de 2014

Fuimos siempre

Siempre fui más de melodías
que de letras,
más de vivir
que de pensar,
más de volar
que de dibujar aterrizajes
en tu piel.

Desperté, y tú ya no estabas,
y me he quedado ahogada,
por mi propio aire.

Tu falta se atrinchera en mi pecho,
como un corsé,
que nadie más que tus manos
podrán abrir,
mi alma, digo.

Tú siempre fuiste
de llevar cuentas,
de mis gemidos,
y te asustó,
porque perdiste la cuenta
de los tuyos.

Anoche bebí, mucho.
Brindé con mis sombras
para olvidar.
Más que de ti,
de mí misma.

Ya no me importa si hago bien
o mal,
no estás tú para juzgar
mis locuras,
ni para guardar en el bolsillo derecho,
las sonrisas tristes.

¿De qué vale la belleza 
si nadie puede verla?
Dicen que estoy perdida,
pero antes también lo estaba,
en tus brazos,
y entonces nadie dijo nada.

Siempre fuimos
el todo de la nada,
y nos hicimos invencibles,
en las tormentas bajo las sábanas...
hasta que tú empezaste a sentir con la cabeza,
y no me quedó otra, 
que pensar con el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario