Encontré tus ojos, y pude ver cada pedazo de mi alma reproducido en tus pupilas. Como un viejo recuerdo al que puedes llamar hogar. Sonreíste, pero yo no puede ver nunca más hallá de tus ojos. En ocasiones no es la belleza de las personas lo que nos deslumbra, sino lo que guardan en la forma natural de sus pestañas. Parecía que almacenabas mis latidos cuidadosamente, con miedo de hacerme daño. Comprendí que no podrías haberlo echo aunque hubieses querido, porque en la inconsciencia de la melodía más profunda de mi alma, ya no me hubiese importado morir por aquel mismo destello, porque no existe una belleza más definida y precisa, que la de la felicidad de tu mirada en mi pequeña existencia.
viernes, 31 de octubre de 2014
Encontré tus ojos
Encontré tus ojos, y pude ver cada pedazo de mi alma reproducido en tus pupilas. Como un viejo recuerdo al que puedes llamar hogar. Sonreíste, pero yo no puede ver nunca más hallá de tus ojos. En ocasiones no es la belleza de las personas lo que nos deslumbra, sino lo que guardan en la forma natural de sus pestañas. Parecía que almacenabas mis latidos cuidadosamente, con miedo de hacerme daño. Comprendí que no podrías haberlo echo aunque hubieses querido, porque en la inconsciencia de la melodía más profunda de mi alma, ya no me hubiese importado morir por aquel mismo destello, porque no existe una belleza más definida y precisa, que la de la felicidad de tu mirada en mi pequeña existencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario