lunes, 13 de octubre de 2014

Necesitaba decirlo


Las lucecitas de la noche acechan tu mirada. No sé donde te encuentras en el mundo pero sí dentro de mí. Siempre has sabido que la oscuridad de la noche me confunde y tu recuerdo no ayuda a encontrar el camino de vuelta a casa. Quizás por eso estoy escribiendo esto en mi aliento, no respondes nunca a mis mensajes cuando estoy borracha Necesitaba decirlo. Lo siento.

Estoy intentando sostener un poco mi dignidad, pero a quien voy a engañar, mi dignidad no vale nada con mis ganas de abrazarte de nuevo. Pero me hiciste prometer que me comportaría. Y aquí estoy de nuevo. Más borracha que una cuba. Supongo que tener el corazón roto y portarse de forma cortés no son compatibles.

He conocido otros rostros, unos labios que besar, unas manos que sostener y una mirada que sopesar. Pero aún no existe nadie a quien odie como tú. Es mi consuelo porque necesito seguir teniendote presente en mi vida. Aunque sea en formato rencor. Porque sé que no te hago daño, ya que nunca lo sabrás, ni siquiera respondes a mis llamadas ya.

Digo que no soy tan estúpida como para caer en tus redadas. Pero es absurdo proclamarlo, ya que prefiero ser una auténtica imbécil a tu lado que una erudita en soledad. Aunque quizás, no sea tan inteligente como para andar ahora confundida camino a tu casa, sabiendo que no vas a abrirme, con la esperanza de recuperar trocitos de recuerdos desparramados por esta calle.

Y sé lo que me dirás cuando me veas.
Siempre lo haces.
Siempre lo harás.
Lo he asumido ya.
"¿Por qué sólo vienes cuando llevas unas copas de más?"

No hay comentarios:

Publicar un comentario