Puedes sentir mi halo triste desde lejos, pero aunque trates de hacerlo, será imposible que penetres en él. Lo tengo resguardado con barrotes de miradas esquivas y falsas sonrisas. Así que aléjate antes de que impregne tu vida porque la pudrirá en el desconocimiento y la perdición de tu persona. El tortuoso silencio es mi arma preferida, o más bien la única, ya que he llegado a un punto en el que no sé qué hacer porque he perdido el absoluto control de mí misma.
Estoy huyendo con tanta desesperación, que me niego a ver la realidad, y mi persistente ceguera tan solo me conduce al desconocimiento de mis propios sentimientos. Fluyen dentro de mí pero me cuesta muchísimo identificarlos. Es como vivir en la piel de una completa desconocida. Y mi verdadero ser estuviese inmerso en un profundo sueño del que quizás, nunca despertará.
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