sábado, 31 de mayo de 2014

De noche comienzan los días

 
El café frío espera en una mesa vacía. ¿Deberíamos dejar entrar en nuestro corazón a la nieve que dibuja delicados dibujos en tu ventana? Las drogas de la vida no nos ayudarán más a despertar de nuestros sueños. Me estoy yendo, dando así sentido a nuestra historia. Y por eso sé que merece la pena.

No sé si estás segura de las palabras que eliges para abrigar nuestra alma. Porque existen profundas emociones que nunca nos han pertenecido. Tengo un niño en mi interior, que solo baila cuando tu respiración se aleja entre las espirales de polvo de esta habitación. Lo guardaré en mi interior, para las veces que se me olvide olvidarte.

Meto en mi bolsillo la pureza que me regaló tu corazón. Sé que te echaré de menos, y que ningún whisky de tu encimera difuminará  el color de tus ojos vidriosos. Abro la puerta que escondía pétalos de juventud. ¿Lo nuestro fue real, no es cierto? Poco a poco voy dejándote atrás, mientras el café frío espera en una mesa vacía.

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