martes, 6 de mayo de 2014

Pensé que estarías asustada...

Tus tímidas palabras parpadean en la pantalla. Siento que necesito oir tu voz, y descubrir su temblor cuando me hablas con tanta ternura. Te siento lejos, aún cuando nuestros cuerpos están tan cerca.

Por favor, enséñame de nuevo tus fantasías sobre la realidad. Deseo escuchar que has roto tu pacto con el silencio y comienzas a liberarte de ti misma. Porque ahora mismo, la única persona que puede consolarme es quien más daño me causa.

No hay razones para irte, aunque quizás tampoco encuentres ninguna para quedarte. Pero por favor, prométeme que sobrevivirás. Y que sabes que no estás sola. Lo aceptaré si sé que eres tú quien desea esa lejanía. Y mientras tanto, solo quería decirte que si quieres volver a intentarlo, puedes romper mi corazón de nuevo.

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