viernes, 19 de diciembre de 2014

Tu recuerdo es mi presente

Dijiste que el amor dolía. No cielo. El amor no duele, lo que duele es la ausencia del amor. Te lo puedo demostrar ahora, aquí, sentada en una parada de autobús cubierta de lágrimas porque no puedo tenerte. Mi tristeza se debe a tu libertad, la libertad de elegir con quién volar. Mis alas están rotas y tú no eres estúpido... era lógico que tomaras un vuelo distinto. 

No voy a mentirte, espero que ella no te haga feliz, pero tampoco quiero que aceptes mis sonrisas por escapar de la tristeza. Ella es increible, y te merece más que nadie. La cosa es que... es que no sé, guardaba en mi interior la esperanza de que la que podía hacerte feliz fuese yo. Supongo que yo no era lo que buscabas, que te tropezaste conmigo sin querer y no deseas darle la menor importancia.

Ojalá estuvieses aquí ¿Sabes? me da igual que me hagas daño. Prefiero ser un recuerdo que absolutamente nada para ti. Yo vuelvo sola a casa, como siempre, y en 24 horas ha cambiado todo tanto... curiosa la forma en la que las esperanzas se esfuman. Ojalá tu falta se me pasase así de deprisa.

Te cogí de la mano, y tú no la apartaste. Lo recuerdo perfectamente. Sé que no quieres hacerme daño, pero las elecciones son una forma de división entre el futuro y el olvido. Creo que tú tienes claro lo que quieres. Lo pillo, tranquilo, me voy a regocijar en algún otro lado. ¿Quizás encuentre a alguien que también me quiera sabes? Quizás... algún día...

Y ahora ve. Y no hagas que me arrepienta de esta decisión, 
mi dulce rompecorazones.

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