miércoles, 17 de diciembre de 2014

Despierto, y todo me parece un sueño

Me mezo con la lluvia, al rumbo de tu canción favorita. Alicatamos nuestros miedos y los hemos dejado llorando en la esquina, cogiendo polvo. No soplemos todavía. Disfrutemos de este invierno que el frío no nos ha arrebatado del todo. Los pies desnudos por las baldosas de mi cocina mientras tu risa hacía temblar mi corazón. Destemplados nuestros sueños, cuando me dices que "ya nos veremos". Soy torpe con las confesiones. 

Mi corazón miente y apedrea cualquier señal que pueda desviarme de mi seguridad, pero tus ojos son hogar para mis sentidos, y la noche, nuestra estación preferida, donde colgamos todos nuestros recuerdos. Ellos dijeron que el amor es sufrimiento, pero suena ligero cuando tu mirada colorada rezuma de mis pensamientos. Una canción al borde del espejo, y una poesía que hace de tu corazón de marfil un hueco de felicidad. Mis perfectas meteduras de pata y una voz que tiembla de locura. Quizás la luna no miente tanto. Quizás sea su lado oscuro el que nos apresa en el tiempo. 

La retaguardia de tu valentía me salpica de sabiondas hendiduras, hacen que la vida merezca la pena. No sé qué es lo que tenemos, pero no puedo dejar de abrir la ventana, que el olor a tabaco del bar de abajo me recuerda el sabor de tus besos. Sigo despierta... pero quién podría dormir colgada de tus sueños.

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