domingo, 24 de noviembre de 2013

Lo que no piensa, verifica la fría realidad


Cuando desperté me encontré encerrada en una habitación vacía, pero no tanto como mi alma. En las paredes sombras que escapando de la realidad dibujaban mi rostro desgastado. Ahora sé que el tiempo no nos hace más fuertes, sino que nos enseña a apreciar la belleza del dolor.

No me asusta el futuro. Tengo una enorme orquesta de gritos desgarrados frente a mí, tras el sincero espejo. Lo que no piensa, verifica la fría realidad. Mis sentimientos están muertos, pero el corazón me sigue incriminando con fuerza que sigue latiendo.

El silencio es eterno, pero no queda nada por decir. Me reflejo en la nada. En esta distante armadura, no quedan fuerzas para luchar, tampoco para rendirse. Subsiste cosiendo las heridas de sus memorias con  plagiada felicidad. Ya no existen el bien o el mal,se esfumaron con esas miradas que no pretenden ver nada. 

La paz es tan solo es el hechizo de la guerra fría. Y las batallas perdidas han dejado sus únicos restos sobre mi piel magullada. Por siempre, corriendo descalza.

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