miércoles, 13 de noviembre de 2013

Diablos del cielo. Ángeles del infierno.


Mirada al frente. Ojos vacíos. Ningún paso mío aterriza en el suelo. Espalda recta. Costillas resquebrajadas. Un corazón que intenta hacerse hueco en mi vida. Decepciones betadas. Sonrisas asesinadas. Muerte resbaladiza. Jugando al pilla a pilla con mis mentiras. Siente. Respira.

Guión aprendido. Sentimientos a salvo. Risas congeladas. Corriendo hacia el dolor por un ciego desahucio de la locura. Locales vacíos que llenan mi egoísmo. Decepciones en busca y captura, porque las esperanzas abandonan rejas rayadas.

Mueve tu cabeza y sonríe para ganarte a ti misma. Vendo mi vida en billetes de vacío. Mirada de placer. Corazones no correspondidos. Almas que nunca fueron reparadas. Baja hasta la cintura. Embadurna tu fracaso con alcohol, y mézclalo con las putas de tus días suicidas. 

Pasado olvidadizo. Poseedora de la nada. Sierva de mi destino. Abre la boca. No digas nada. Péndulo de una vida muerta. Gatos salvajes bailando bajo la luna. Latidos que bombean cobardía. Limpia tu alma para ensuciar mi pureza.

Máscaras de fama. Inteligencia desgarrada. Muñecas cicatrizadas.  Perfume de humo. Sueños de neón apagado. Números que me califican. Frío que nunca abandona mi alma. Atrapada en la libertad. Viviendo una vida que no es mía. Esnifando mis teorías daniñas. 

El karma es un fiel servidor que persigue mis pesadillas. Abre un camino entre las cenizas. Atracada por la culpa. Amordazada por la falsedad. Mi nombre al vacío. Diablos del cielo. Ángeles del infierno. Mi alma explotada por derrotas. Esperando el día en el que mis palabras queden esclavas de mis pensamientos. Te quiero. Me odio. Corazón irrompible por los golpes de la vida. Nacida para no tener vida.

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