viernes, 25 de octubre de 2013

Unos carnosos labios no consuelan un carnoso corazón


Me meto las manos en los bolsillos mientras trato de encontrarme a mí mismo en este local oscuro. Percibo una silueta brillante. La música arrebata mis latidos y los pone bajo su carne; necesito pagar para recuperarlos. Huele a sudor y a tabaco. Perfuman mi mente con desprecio. 

Por un segundo me acuerdo de ella, de esa chica preciosa que nunca me ha amado. No la veré nunca más, y yo me dejaré arder en esta cara lujuria. 

Vuelvo de golpe a este club sucio. Pido una bebida para embriagar mi dolor. Ella me observa esforzándose por coser en mis labios una sonrisa perversa. Su cuerpo es su templo, y yo puedo comprarlo, pero nunca me pertenecerá.

Paso mi mano por sus muslos y continúo dejándome llevar por mi soledad. Ella guía mis movimientos con su ardiente mirada. Llena mi oido de palabras vetadas para dibujar sobre sus dedos billetes que nunca compensan nada. Eres un ángel en un mundo de demonios. "Dime que me quieres". Pido desesperado. Te daré todo lo que desees pero te advierto que soy un alma vacía, que espera llenarse de algo más que de derrota y cigarros baratos.

Pega su cuerpo desnudo al mío. Puedo sentir su piel caliente luchando por llevarme a un universo paralelo, donde yo pueda coronarla reina de mis órdenes. Ésta es mi inocencia corrompida. Es preciosa, y la necesito para mí. "Dime que me quieres". Da igual si es mentira. Necesito oirlo de sus carnosos labios. 

Las luces de neón hacen que poco a poco me vaya olvidando de lo que deseo ser. Abrazo a la chica solitaria mientras el alcohol me va nublando la mente. Ella puede ver las cicatrices de mi corazón, lo sé, y los protege con sus lentos pasos de baile. Decido hundirme un poco más mientras me voy quitando la ropa. Pongo mi último billete sobre la barra. Vendo mis sentimiento a cambio de comprar tu cuerpo. ¿Quién de los dos se está poniendo precio en realidad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario