El amor es puro. No es bello. Es una ráfaga de viento frío en medio del desierto. Cambia con el tiempo, se transforma y desecha sus costras del pasado. Viste mi cuerpo y me pone una corona de sueños. Nadie me comprende. Escribe en mis uñas de cristal los secretos del tiempo y los congela en promesas eternas.
"¿Recuerdas tu futuro?"
Engulle el dolor enmohecido de mi garganta. Me ahoga en una bañera arrugada y respondo con un hilo de voz que grita en las hermosas curvas del desprecio "lo recuerdo... lo recuerdo."
Estoy perdida en este mundo inerte, pero me encuentro a la vez en el lugar donde mi alma se cobija en las estaciones que surcan las horas de un miércoles estafado. El sol resplandece tras tus venas y yo leo nanas del pasado en tu piel. Nadie me comprende.
Te alejaré de mí para que vuelvas a reencontrarme. Colisionas con la maldad, pero en tus labios sabe tan dulce... mientras se craquelan tus suspiros en mi cuello congelado. Haces pequeños garabatos en los ilusoso deseos dejándolos muertos. De pronto lo escucho de nuevo, en medio de este silencio que tiende nuestros sentidos. Nadie me comprende.
"¿Recuerdas tu futuro?"
Contengo la respiración. "No... no lo recuerdo. Lo he olvidado" y enseñándole los dientes a nuestros pájaros de papel, corro dejándome morir, volando hasta desaparecer...
"Solo recuerdo mi presente a tu lado"
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