Tus ojos brillan por miles de emociones contradictorias que van floreciendo poco a poco al escuchar mi tenue voz envolverse en tus pensamientos.
"Todos nacemos y morimos. Pasamos la vida entera divagando como fantasmas para terminar en un oscuro paraíso sin ventanas. Por eso es tan importante lo que hagas ahora, porque ese es el único rastro que dejarás en este burbujeante lugar de viento rosado y agua de cristal. Te darán alas, pero te prohibirán volar, porque ésta es una lucha continua de nubes congeladas en el tiempo."
Las lágrimas comienzan a surcar tus mejillas, cansadas de demasiadas sonrisas forzadas.
"No llores cielo. El miedo es la bandera del fin que debe ser quemado. Bailamos sobre el fuego de la falsedad. Ven, acércate, te contaré un secreto; las únicas llamas que no queman son las de la pureza. Todo viene y se va. No importa como, ni cuando. Tan solo se va. Debemos aprender a colocarnos de nuestros sueños porque estamos bombardeados de callejuelas oscuras que no llevan a ningún lado. Tan solo la locura nos guiará a la realidad. No esperes a que la silenciosa muerte pigmente tu vida de amargura. Ríe. Siente. Lucha. Disfruta. Pero sobre todo: VIVE. No esclavices tu libertad. Tan solo puedes hacerlo a tu manera. Vive y sécate las lágrimas, porque amor mío, la única pesadilla está en ti mismo."
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