sábado, 2 de abril de 2011

Lo único que quiero es un lugar para dejar que corran las garras que me atan al pasado. Sólo busco algo en mí misma del que enorgullecerme. Pero yo sé que es una guerra perdida que atraviesa con una bala todos los derrotados sentidos de mi vida. Desconozco el sonido de una risa susurrada entre mis partidos labios. Siempre viendo que a los demás les alaban por todo lo que yo nunca seré. Ellos son los depredadores que buscan que me rinda para aplastarme hasta que estén tan aburridos que lo único que desearán será burlarse de mis cenizas. Y yo no estoy dispuesta a darles ese gusto, porque aunque esté cayendo en picado desde dentro nunca lo mostraré por fuera. Es mejor morir sola a que me maten con entrecruzadas palabras. Sí. Mejor sola.

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