sábado, 23 de agosto de 2014


  
Silencio.

La noche acecha con colores apagados
tu sonrisa.
El lugar donde recostaba mi dolor
para que el frío te ahuyentara,
y yo no pudiese elegir más que el camino
que tu olvido marcara.

Bocas diferentes que solo saben
a alcohol agrio.
Irónico ue los únicos labios que echo de menos
sean lo que nunca he besado.

Pasaste como una sombra dejando
la oscuridad atrapada en mí.
E iluso de ti, pensaste que fue tu culpa.

El perdón nació de un dolor compartido
que ninguno confesó del todo.
mi mirada suplicó aquella noche perdida,
que desplegases tus sueños por mi cama.

preferí ahogarme en tu dolor,
que no tenerte para nada.

Y sin embargo, después de todas las ojeras 
dibujadas de sonrisas, lo único que nos queda es eso:

Silencio.

No hay comentarios:

Publicar un comentario