Cuando te encontré, tus ojos irradiaban melancolía nítida. Poco a poco te balanceabas en tu dolor mientras mis palabras dejaban de rebotar en tu mente. "Este no eres tú"
Un temblor en tus manos y el banco solitario de tu calle haciéndote lugar, pero ya eres un auténtico extraño. Creaste tu propio mundo porque el real era insoportable.
Caiste de nuevo en la misma mierda. ¿Por qué piensas que atrapar a tus propios fantasmas es la única forma de que no se acomoden en tu interior? Un dolor no acapara otro, solo cava en ti un agujero mayor.
Perdiste la cabeza porque amaste demasiado. Ahora no puedes encontrarte. Apestas a poesías empolvadas y al poder del querer. Tu corazón esnifa enfermo unas lágrimas que te betas. Estoy aquí, pero no me sientes más.
No dejes que te atrape. La intensa luz de tus sueños han creado demasiadas sombras en tus ojeras. Es hora de descorrer tu nudo en la garganta y tirar todas esas botellas vacías.
Esto es en lo que crees que te has convertido... pero este no eres tú. Este no eras tú.
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