Crees que puedes conquistar el mundo, pero se te ha olvidado como andar, y ahora buscas arrastrarte atado a mi cintura; pero yo no pertenezco a nadie. La libertad que te he dado es la única atadura que nos relaciona ¿no te das cuenta lo que puede desenvocar romperla? No te importa. Aunque los dos intentemos llenar nuestro vacío con angustias diferentes.

No conoces absolutamente nada. Te estás adentrando en un mundo cambiante e impreciso, donde ningún deseo permanece eternamente. Son solo imágenes robadas de las noches desperdiciadas. El tiempo modelará tus pasos, mientras que a mí me dejará indiferente, persiguiendo un destino que en secreto deseaste alcanzar.
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