Todo en mi desordenada cabeza da millones de vueltas creando miles de estallidos que me revela cada palpitación acelerada. Hay secretos que se esconden bajo tu mirada, esperando a ser encontrados por la mía. La música demasiado alta nos hace vulnerables entre tantos sentimientos irrefrenables. Un momento, un suspiro, una mirada, una sonrisa... y todo, absolutamente todo cambia por completo. El sentimiento de echar de menos a alguien que nunca se ha ido se hace polvo y desvanece por el frío viento que en silencio desea con ansia ser testigo de nuestras vidas. Todo se entrelaza en diminutas hondas que sólo siente nuestra piel al chocar inesperadamente. Mies sentimientos han olvidado por completo su nombre y mi mente vuela lejos hacia ti en esta mezcla de chispas de luz deslumbrantes. Pero lo mejor de todo, es que solo somos dos personas perdidas en la noche, esperando ser encontrados por esta extraña emoción increiblemente inestable.
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