Y por primera vez en mi vida, siento la necesidad de pulsar el botón "pausa". Ruego por le oportunidad de respirar y tener una larga conversaron con mis sentimientos. Han cambiado muchas cosas en poco tiempo, pero no por eso soy más feliz. El miedo siempre termina arropándome con pesadillas y mentiras que me arrancan la piel en tiras para que yo pueda ver todo el veneno que oculto en mi sangre. Es muy difícil enjaular mis pensamientos reteniendo así todas las voces que he grabado en mi memoria.
El temor y la tranquilidad explotan creando millones de colores indibujables y perdida de nuevo, siento que sé cual es el camino que no debo tomar pero soy incapaz de saber con seguridad cual es el correcto. Todo el mundo desea descubrir donde está ese lugar oculto... todo el mundo menos yo, que abriendo bien los ojos siento que es la única escalera que nos conduce al verdadero sufrimiento, haciéndonos caer desde lo más alto. Y lo peor es, que incluso sabiendo que en la meta sólo quedarían corazones rotos, decidí seguir corriendo hasta la eternidad y terminar esta inparable carrera hacia el infierno.
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