¿Sabes cómo me siento?
Salto en el vacío y no hay paredes que me detengan. Jugueteo con el respeto de los demás y robo un poco de su orgullo para comprobar cuánto aguante tienen. Amo demasiados corazones despedazados y me dejo envolver por su aura para disfrutar del goce de salvarme a mí misma. Siento la lluvia recorrer mi piel desnuda, de modo que reluzca mi verdadero ser. Arrastro el tiempo que trata de detenerme a mí. He aprendido a volar después de tanto tiempo a rastras. Una nueva vida comienza ahora. ¿Te atreverás a cambiármela?
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