Experiencias deambulantes...

Nunca pensé que resultaría tan confuso escuchar como siguen en vilo los miedos de mi pasado en labios ajenos. Es extraño. Puedo observar con nitidez aún esos sentimientos sumergidos en el tiempo, pero no puedo robártelos. Es como si una arte de mí me hubiese abandonado y decidiese abarcar un alma que no dicta esa experiencia. La nostalgia me invade al pensar en todos los latidos a los que he puesto precio y me hundo en la soledad al sentir como he dejado escapar una felicidad tan llena que ya casi no recuerdo. Todas estas palabras me hacen darme cuenta de lo vieja que es mi alma, que ha sido poco a poco desgastada por las experiencias. Tan solo deseo que no cometas mis errores. Espero que mi experiencia sirva para que puedas ver el frío y negro abismo que se abre por el miedo. La vida nunca resulta mejor huyendo. Ese recuerdo te perseguirá siempre y no podrás atraparlo de nuevo. Me recuerda a la emoción de desilusión e impotencia que surge al tener un regalo envuelto que no podrás abrir jamás, porque se lo ha llevado el tiempo. Da igual el dolor, da igual la tristeza. Nunca debes arrepentirte de algo que un día te hizo sonreír. Porque quizás, podrá dibujarte un mapa para encontrar esa felicidad escondida en ti misma.