miércoles, 4 de abril de 2012

Yo misma...

Siento como mi respiración juega bajo presión y mis ojos son observados por los almas de juegos perdidos por la inútil ignorancia. Miles de ojos se posan en mí esperando con amargura que pueda liberarles del sucio mundo de sus vidas. Mi cara no es más que una infranqueable sombra y no puede dibujar ninguna emoción clasificada en este ciego mundo. Todos están impacientes, esperando a ver como será mi vida al no cometer ninguno de los errores que nunca se han atrevido a pronunciar. Ellos no lo saben aún, ilusas esperanzas que encadenan sueños absurdos con una realidad oscura que todos evitamos sentir, pero les decepcionaré hasta cazarles el hondo de su insignificante corazón. Dejadme ser libre. Dejadme cometer errores. Dejadme hundirme, caerme, arrastrarme, y dejadme levantarme a mí sola. No deseo que nadie más deposite sus esperanzas en mí, como si fuese una llave que abre puertas de sabiduría y cierra las de temor. Dejadme ser yo misma. Necesito ser yo misma.

No hay comentarios:

Publicar un comentario