Quizás todas las respuestas estén en el pasado. Escondidos esperando despreocupados no ser descubiertos nunca. Puede que sea capaz de vivir el presente removiendo el pasado para un despejado futuro. La vida es un juego. Un sueño que nadie recuerda al despertar. Sólo somos reflejos de la inconsciente intuición. Percivimos ámbitos diferentes de nuestros sentimientos, tejiendo con ellos el largo camino de nuestra vida. Todo lo que haga quedará para siempre bajo una enmarcada piedra que el timpo abandonará dejándola olvidada en este torbellino de ilusos pensamientos.
Pero como en cada sueño, son pocos los actos que nosotros mismos podemos justificar. Se nos escapan demasiadas cosas de las manos que chocan cun un inaudible estruendo contra la cristalera que separa la realidad de estos confusoso sentimientos.
Esta es nuestra vida. Colmada de personas locas que rozan la realidad en un desinteresado tropiezo. Todo el mundo está perdido pero muy pocos son realmente onscientes de ello. Mis aceleradas pulsaciones me indican cada vez me acerco más a nuestra deforme meta. Puede que todo esto sea otra diminuta pista que guía todos nuestros sentidos hacia nuestro verdadero yo. Porque puede que en realidad, el destino sea tan solo eso, destino.
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