jueves, 7 de enero de 2016

Esta(mo)s acabado(s)



Toc, toc, toc.

Otra disculpa más no por favor.

Dices que me echas de menos,
y de pronto has olvidado 
que no fue el alcohol
el único que dejó rastro en tus labios
el jueves anterior.

Creí que sabrías negociar con tus deseos,
pero parece que no,
porque me estás perdiendo 
y no te ha dado tiempo ni ha reconocerlo.

Te abro.
Tienes los ojos temblorosos
y la voz llorosa.
Mierda.
¿En serio esperas que me lo crea de nuevo?

Al final,
en éste final,
éste es el final,
lo más triste es que lo que más he aprendido de ti,
a las terribles,
es que somos más lo que hacemos que lo que decimos.

Cierra la puerta cuando te des cuenta de que este ya no es tu hogar.

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