sábado, 28 de enero de 2012

La música...

La música es lo único de valor sincero que guarda en sí el siniestro poder de hablar reluciéndose en mis suspiros. Como si mi alma se hubiese quedado muda, y sólo pudiese describir mis mágicas ilusiones a través de unos puntos negros unidos. Se sostiene siempre fuerte ante las crueles tormentas que nos hacen desvanecer en nuestro helecho de sabiduría.

Descendiendo los pasos de mi fundido corazón, une almas en pena, ofreciéndoles una salvación instantánea, un pequeño halo de luz sobre una blanca vela, que ilumina por un instante nuestros incomprensibles nudos de preocupación. Las palabras unen ideas, la música los sentimientos, haciéndonos inmensas caricias que ni siquiera nosotros mismos luchamos por conocer. Somos gotitas de agua descolgadas sobre el viento que nadie percibe, buscando con demencia una nueva ráfaga que nos haga ascender al cielo liberándonos de la pequeña prisión de nuestra imaginación.

No hay comentarios:

Publicar un comentario