jueves, 16 de junio de 2011

Las mentiras nunca duelen. Solo son una capa de maquillaje que se le da a la cara de la verdad, aunque hay veces en el que pueden llegar a esconder toda el rostro y mostrar que la verdad está oculta tras los pequeños rasgos de su cara, de esos ojos oscuros, de esa sonrisa enigmática... Sé que hemos mentido mucho los dos, pero nadie quiere hablar, porque lo último que deseamos es que alguien salga herido. No comprendo como es posible que no entiendas que nada pudo funcionar porque juntos eramos personas diferentes, distantes, fríos, con demasiados secretos. No te culpo, porque yo también tengo parte de culpa, pero yo intento darte oportunidades que las desperdicias, aunque entiendo que no sea tu culpa y ni siquiera te des cuenta.

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