Momentos irrepetibles...

Los segundos van cada vez más despacio mientras que el tiempo juega con mi respiración. Huele a intensa adrenalina desbordada, acompañada por los estruendos de mi frágil corazón. Siento que mis pies están a punto de colgarse en el viento, como si este momento fuera por el que he luchado toda mi vida. No hay palabra que pueda expresar lo que siento, pero sólo un par de miradas y la manera en el que sonrío podrás escuchar mi felicidad cantando esas notas que tantas veces me he susurrado a mí misma. Las luces se apagan, haciéndome la persona más insignificante del mundo mientras me uno a la multitud, donde quedan perdidas todas esas personas con el único motivo en común de este lazo de cómplices miradas. Los altavoces estallan y mis ojos sonríen sin parar, dejando el mis mejillas la única muestra de mi sencilla felicidad. La música ha carcomido mi alma, no sé lo qué hago, no sé como me muevo, no sé lo que digo... sólo sé que es una sensación preciosa e irrepetible. Y cada vez canto más alto, como si alguien pudiera escucharme y darse cuenta de que nadie puede arrebatarme este intenso momento. Nadie puede arrebatarme este momento.