domingo, 6 de noviembre de 2011

Gotas que acarician mi pasado...

Escucho llover. Como cada gota se estrella en el frío y húmedo cristal de mi pequeña habitación. Mis ojos se empañan, al igual que el cielo, aprovechando que la casa está en completo silencio, dándome un pequeño respiro. Escucho como las sábanas colgadas sobre mi ventana se balancean amenazantes a caer en el vacío y quedar olvidadas, al igual que mi perpetuo silencio. Me protejo con la única manta de mi cama. Desearía sentirme así, a salvo del mundo, cada vez que chocan nuestras cómplices miradas. Derramo unas pocas lágrimas y me quedo quieta, incómoda con mi propia presencia mientras borro de mi mente todos mis pensamientos y me quedo vacía. Contengo mi respiración. Escucho llover.

1 comentario:

Arancha Martínez dijo...

Sinceramente, sin palabras, me encanta porque para mí parece muy sincero, no es un texto más que se escribe por escribir, si no que parece que lo saques directamente de tu corazón, enserio me encanta (L)

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