miércoles, 5 de octubre de 2011

Al final ganó el otoño...

Al final ganó el otoño. El frío viento se llevó todas nuestras ilusiones y esperanzas. La lluvia borró todas las delicadas sonrisas. Las nubes cubrieron todos los sueños del futuro, de un futuro que ya nunca transcurrirá y quedará nublado, escondiendo rayos de inocentes palpitaciones, perdidos y sin rumbo. Los viejos bancos donde algún día pudimos sentarnos estás vacíos y húmedos, como si fueran conscientes de lo que han perdido a la llegada de este triste temporal. La gente se esconde de esta odiosa sensación, refugiándose con lo que su corazón algún día le ha dictado, pero yo no puedo, porque mi corazón aún sigue siendo una página en blanco, temerosa de desaparecer con mis lágrimas. Los viejos árboles tiñen sus hojas en el ahogado intento de hacerme comprender que todos los sueños poco a poco se esfuman y dejan paso al invierno, para volver a empezar de nuevo. "Nunca se escribe un futuro sin borrar el pasado" me susurra el último pájaro de la noche, batiendo sus alas y esfumándose de mis manos. Quizás tenga razón. Ojalá tenga razón. Porque al final, todo lo que termina es un comienzo insignificante de algo que aún no se ha dibujado, pero siempre ha estado definido.

1 comentario:

Mirari dijo...

muchas gracias!!he visto tu blog y está muy bien! sin duda te sigo!! ^^

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